Hay un poder positivo en la adversidad. Cuesta creer ese
poder pero la adversidad forma tu carácter y prueba a ver de qué estás hecho.
Tanto el oro como el diamante necesitan ser procesados por fuego.
La adversidad no tiene formas, ni tamaños, no mira la raza,
la religión, el status económico, tiene muchos nombres: dificultades, barreras,
obstáculos, contratiempos, crisis, fracaso o sufrimiento.
Ante la adversidad debes preguntarte...