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lunes, 29 de agosto de 2016

Disciplina & Maltrato



Un discípulo es una persona que está bajo disciplina de otro, voluntariamente nos ponemos bajo su autoridad para ser instruidos en tres aspectos: en el conocimiento de Dios, en la información de su voluntad y en la formación del carácter.

El amor no excluye la disciplina, de hecho, es todo lo contrario, el amor produce disciplina, sabiendo que ésta es necesaria para el sano crecimiento.

Me di cuenta que el tema común de la disciplina es el amor de Dios. No se puede separar el amor de la disciplina, porque la disciplina es una prueba de amor. Nunca disciplinarás a aquellos que no amas, pero ciertamente lo harás con los que amas con todo el corazón
.

El tema de la disciplina a los niños es de gran importancia, ya que  desde que están pequeños sus acciones necesitan ser reforzadas o bien corregidas, esto según lo que se espera como un buen comportamiento de parte de ellos.





Es trascendental tener claro que por disciplinar, no se entiende el castigo físico o maltrato emocional o verbal; al contrario, la disciplina involucra firmeza, palabras, actos que incluyan respeto y resalten el cariño que se tiene hacia la persona y el deseo de su bienestar en general.

Cuando discipline tenga presente que la palabra, y el don de la comunicación, es una herramienta valiosa en el acto de disciplinar y que esto es más efectivo. Bajo ninguna circunstancia recurra al maltrato, esta no es una vía para disciplinar, pues esto genera como respuesta violencia, agresividad y una conducta desafiante.

La disciplina se utiliza para corregir y guiar a la gente por el camino correcto. La disciplina de Dios es amorosa, como debe ser entre el padre y el hijo. El castigo físico nunca debe ser usado para causar un dolor o daño físico permanente, sino como un golpe rápido (en el trasero, donde hay más “relleno protector”), para enseñar al niño que lo que hizo está mal y es inaceptable. Nunca debe ser usado sin control o para descargar nuestro enojo y frustraciones.

Es un hecho que la biblia solo presenta un instrumento para la disciplina de los hijos y es la “vara”.

Proverbios 10:13 En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
Proverbios 22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él
Proverbios 23:13 No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.
Proverbios 26:3 El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, Y la vara para la espalda del necio.
Proverbios 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
2 Samuel 7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres.
Respecto al tema creo que muchas veces los padre mismo desahogan su ira con sus hijos ya sea con maltratos físicos o psicológicos y es ahí donde los niños se van por mal camino, huyen de sus casas, comienzan a robar se drogan, y muchas veces nos preguntamos por qué tanta delincuencia y la respuesta es porque desde el hogar mismo dejamos que esto ocurra , debemos saber que cuando los niños molesten es por qué muchas veces no estamos prestándoles la atención debida, saber que los hijos son una bendición de Dios que todo lo ello sean en la vida es responsabilidad de cada padre

Las heridas físicas del maltrato desaparecen con el tiempo. Sin embargo, las heridas emocionales pueden durar toda la vida. El maltrato promueve conductas auto destructivas, socialmente desviados o violentos; satisface las necesidades del adulto y no del niño; genera sentimientos de vergüenza o culpa y baja autoestima en los niños le dificulta al niño establecer relaciones de confianza; se perpetúa en las próximas generaciones.

Una vez sepamos identificar el maltrato se debe hacer todo lo posible por evitarlo. Pero, ¿de qué manera debemos corregir? La manera apropiada para corregir a los niños es a través de la disciplina con amor. La disciplina es importante porque ningún grupo de personas puede compartir o trabajar juntos si no existen reglas y regulaciones
La gente más feliz en este mundo, son todos aquellos que se dejan disciplinar por Dios. No menosprecie la disciplina del Señor.

Disciplina es el camino para crecer y perfeccionarnos en los siguientes principios :
obediencia
responsabilidad
humildad
templanza
paciencia

amor

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