Elige tu idioma

viernes, 26 de agosto de 2016

la decepción no mata nos cambia el caracter

¿Qué es una decepción?

Una decepción es un impacto sobre nuestras emociones humanas, por eso usted tiene que ir poco a poco sobreponiéndose a las desilusiones o aflicciones causadas por personas cercanas, amigos, novio, esposo, padres, familiares.

Vencer las decepciones y soltar el pasado son dos lados de la misma moneda, especialmente cuando usted está desilusionado consigo mismo, cuando haga algo equivocado no lo guarde ni se castigue por ello, sino reconózcalo, pida perdón y siga adelante, Sea pronto para soltar sus errores, fracasos,  heridas.


Las desilusiones o aflicciones que más nos afectan, usualmente son las que son provocadas por personas que amamos mucho, muchas personas han sido heridos y nunca han podido recuperarse de esa calumnia, mentira, acusación siguen arrastrando esa herida, cuando lo que necesitamos es soltar y dejar atrás el pasado, sin importar lo que fue, sin importar qué injusto fue ni cuánta desilusión sienten.

Cuando experimentamos fracaso o pérdida, es natural sentir tristeza o remordimiento, así asimila el corazón este tipo de cosas.
Si usted pierde su trabajo, lo más probable es que experimentará un sentir muy fuerte de desilusión. Si pasa por el rompimiento de una relación, eso le causará dolor. Si ha perdido en algún momento a un ser querido, hay un tiempo para el luto, un tiempo de tristeza.

Tendrá que levantarse y decir no me importa cuán difícil sea esto, no me importa qué desilusionado o que afligido me sienta, no permitiré que esto me gane, seguiré adelante con mi vida. ¡Clamare al Dios de los cielos, el que soplo aliento en mí, el Dios que me escogió desde el vientre de mi madre, el Dios que no importa lo pecador que sea, a él clamara en el momento de dolor, tristeza, congoja, tribulación y quebranto del alma, solo a él Clamare.

Cada decepción conlleva una consecuencia, cada consecuencia, genera una crisis y cada crisis se convierte en un nuevo reto, una nueva prueba que superar que si la manejamos con sabiduría se convierte en bendición.

La decepción suele ser una respuesta emocional a nuestro fracaso, o al de otros, por no lograr que un deseo, una esperanza, un sueño o una meta se conviertan en realidad. Esto puede llevar a perder la fe en alguien en quien confiábamos, e incluso en una persona que amamos.

Las desilusiones y los fracasos ayudan a formar el carácter y la paciencia cuando se lo permitimos nos enseñan a ganar y a perder.

Cuantas veces no nos decepcionamos de las cosas que nos pasan , o de algunas personas que hacen cosas que nos hacen decepcionamos pero para cada decepción Dios ya preparo una restauración , no tenemos que decepcionarnos de nada ni de nadie sabemos que las personas fallan pero Dios nunca nos fallará tenemos que poner nuestra mirada en Dios para que él pueda restaurarnos y dar esa paz que tanto queremos, las decepciones vendrán de las personas que más queremos pero no debes dejarte vencer por eso porque Dios restaura cada cosa , cada instante, cada momento deja eso en las manos de Dios y sal adelante, disfruta de cada momento que él nos da y se muy feliz, muchas veces también nos sentimos decepcionados de la vida por cada cosa que nos pasa o cada cosa que nos toca ver pero debemos de dejar de ver las cosas y concentrarnos en nuestra vida y estar muy firmes en Dios para que el siga restaurándolos y seguir siendo mejores personas cada día, hoy Dios te dice que dejes todas tus cargas a el que el hará lo mejor para ti solo debes confiar.

El hombre no posee la capacidad de separar las cosas que han sido unidas por la naturaleza, deje de desperdiciar su tiempo tratando de entender algo que no puede cambiar y de imaginarse cambiar la mente de Dios, lo que se perdió; se perdió.
No puede cambiar las cosas que fue la voluntad de Dios; lo que pasó; pasó. Deje que el pasado sea pasado, y siga adelante; así que si sufrió contrariedades, desprecio, vituperios y no recibió lo que había pedido en oración, o las cosas no salieron como esperaba, no está solo.
Muchas personas muy buenas y de buen nombre han experimentado algo similar, Dios sabe lo que más nos conviene.

Cuando las expectativas son muy altas o cuando la persona no cumple con sus enfadados. Esto es totalmente normal. Sin embargo, hay que tratar de que esas expectat“obligaciones implícitas”, entonces, nos sentimos desilusionados, frustrados, tristes y hastaivas no nos lastimen o bien adaptarnos a lo que la realidad nos está ofreciendo esa persona

“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he alabar. ¡Él es la salvación de mi ser!” (Salmo 42, 3)

Dios guía su día, aclara sus dudas, llena de valor su espíritu y desborda abundancia en su vida.
Si pasa por momentos de turbación dale la luz.
Si sufre de pena, arráncasela.
Si le has dado la dicha y felicidad, ayúdale a compartirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta pagina