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martes, 16 de agosto de 2016

El valor de la amistad

Entre amigos existe un vínculo fuerte que pocas cosas lo hacen desaparecer. Es trabajo de cada miembro de la relación de amistad luchar por mantener ese lazo para crear cosas buenas en la vida de ambos.

La amistad es complicidad, unión, amor, valentía, confianza y una serie de sentimientos y valores que pocas personas llegan a conocer realmente. 
La amistad como todas las relaciones en la vida está hecha de momentos felices y tristes, de cosas buenas y malas.


La forma más simple de conservar una amistad, es manteniendo contacto frecuente con nuestros amigos sin importar la distancia, pues unos minutos bastan para hacer una llamada o escribir un correo electrónico. Preguntar por el estado de salud, el trabajo, cual fue el resultado de sus últimos planes, enviar saludos a la familia tantas cosas que podemos decir que demuestran interés y sincera amistad.

Ninguna relación puede funcionar si no aceptamos a las personas como realmente son en su vida pública. Como seres humanos tendemos a querer cambiar a los demás y hacerlos a la manera que a nosotros nos parecen que deben ser.

Es cierto que debemos ser una influencia positiva para los demás; no hay nada malo que imitemos lo bueno de ellos y que ellos, a su vez, imiten lo bueno de nosotros, pero los cambios que se realizan en una persona deben hacerse porque ella así lo desea y no por nuestro afán de cambiarla.

Como amigos podemos sentir empatía y solidarizarnos especialmente con el sufrimiento de quienes queremos de verdad. Los verdaderos y auténticos amigos tienen la capacidad de entender y compartir los problemas, los sentimientos, las alegrías, en fin, las emociones en sí mismas, pero sin hacer juicios.

En una verdadera relación de amigos las personas se apoyan, se entienden y se protegen. Pasados los años el mejor regalo de la amistad es mirar atrás y darse cuenta de cómo el camino recorrido los ha hecho conocerse tanto hasta ser casi familia.

Todos nosotros desde el momento que nacimos y fuimos creciendo fuimos conociendo personas de toda clase con las cuales muchas veces logramos entablar lindas amistades o en otras ocasiones no las pudimos entablar al no congeniar con dichas personas.

Los sentimientos de afecto, cariño y solidaridad que una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su compañía, alegrarse con lo que considera bueno para ella y sufrir con lo que considera malo, es la amistad amorosa de los hombres, y es lo que todos necesitamos dar y recibir, ya que una existencia sin amistad y sin amor, es una vida con un gran vacío.

No podemos negar que una verdadera amistad es linda ya que será un apoyo en todo tiempo y será alguien con el que podamos entablar conversaciones de todo tipo sin temor a que esas pláticas se divulguen.

Dios ha sido tan lindo con nosotros que nos ha dado el privilegio de elegir a nuestros amigos, esto quiere decir que nosotros tenemos la responsabilidad de entablar una amistad con quien nosotros queramos.

En la vida te vas a llevar miles de decepciones, te vas a dar cuenta que muchos de aquellos que pensabas que eran tus mejores amigos, en un momento dado, te dieron la espalda, te dejaron de lado, borraron tu número de teléfono, te olvidaron.

Pero también existe la necesidad legítima de desarrollar relaciones interpersonales, los seres humanos fuimos creados por Dios para vivir en comunidad y desarrollar relaciones con otras personas.

Que una verdadera amistad no nace de la noche a la mañana sino que es el resultado de un proceso de madurez, y segundo: que es sólo cuando se comprueba la madurez de esa amistad, cuando puedo abrir mi corazón con confianza.

La madurez de las personas no se logra rápidamente, y en ocasiones no se logra nunca. Por eso encontrar una persona madura con quien cultivar una amistad verdadera toma tiempo y requiere paciencia.

Solo las personas maduras nos ofrecerán una amistad verdadera, y podremos llorar en su hombro con confianza derramando nuestro corazón, porque ellos tienen un oído prudente para escuchar y un corazón sabio para aconsejarnos.

Sabías tu que los diamantes no sólo son las piedras más preciosas, sino también son las más fuertes del mundo, nada los rompe y nada los corta, sin embargo hay una sola forma de cortar un diamante para crear un diseño, se lo hace usando otro diamante, sólo un diamante puede cortar otro diamante.
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